Y como suele ocurrir, cuando un grupo de personas tiene necesidades que no sabe como satisfacer, aparecerá otro grupo que se aprovechará de la situación. Los vendedores de milagros no solo están en el área de la salud. Ese parecer ser el caso que les comento hoy: El ahorrador magnético de combustible.
Esta promoción me llegó hace un rato a mi correo, e inmediatamente me pareció sospechoso. La verdad es que tiendo a sospechar de cualquier producto demasiado maravilloso, así que un aparatito capaz de ahorrarte un 20% del consumo de combustible y de reducir emisiones tóxicas en un 35%... pues al menos se prestaba para dudar un poco. Y decidí darme un paseo por la red, a ver si encontraba alguna explicación razonable para tanta maravilla, y ya que estamos, algunas pruebas certificadas de su funcionamiento.
Resulta que el aparatito en cuestión es básicamente un imán, que supuestamente es capaz de ordenar e ionizar las moléculas del combustible, favoreciendo su interacción con el oxígeno y mejorando la combustión. O sea, independientemente de si funciona o no, estarás pagando 15.000 pesos chilenos (unos 30 dólares) por un par de imanes. Y están en oferta.
Por ahi ya partimos mal. Pero, ¿Funciona el chisme? Si nos vamos a la opinión de los usuarios, hay de todo. Unos dicen que les ha funcionado, otros que no, otros que han gastado más combustible aún (algunos ejemplo aqui, aquí y aquí). Pero ya sabemos que por experiencias personales, hay personas que dicen ver ángeles, y otras que las flores de Bach le han curado del cáncer, así que tampoco es como para confiar mucho en eso. Por eso les dejo dos links a fuentes un poco más confiables. La primera es una entrevista que se realizó al Doctor en Ciencias físicas y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Hernando Grande, precisamente sobre este tema. les muestro un par de extractos de la entrevista:
-¿Pueden ionizarse o imantarse los hidrocarburos? ¿Pueden cambiar las moléculas su configuración con un simple imán?
[...]La molécula de hidrocarburo es diamagnética o paramagnética dependiendo del carácter mayoritario de sus anillos (aromático o no aromáticos, respectivamente) Por tanto, una molécula de hidrocarburo sufre fuerzas bajo la acción de un campo magnético. Cambiar su configuración es una proposición difusa e indeterminada. ¿A qué se refiere, a que cambie su forma o su dimensión? Cambia su energía como la de cualquir átomo o molécula sometido a un campo magnético. Pero esto por general y vago equivale a no decir nada.” (las negritas son mías)
-¿Te gastarías 120€ o recomendarías la compra de un ECOFUEL como sistema de ahorro energético para tu automóvil?
-”No. No lo haría. Ni me lo gastaría ni lo recomendaría.”
El segundo link es para la revista de mecánica "Popular mechanics", quienes probaron varios sistemas para ahorro de combustible, entre esos el mentado imán. Sus comentarios fueron los siguientes:
According to the people selling these devices, as gasoline flows past the magnet, the magnetic field will "break apart clusters of fuel molecules so gas burns more efficiently." Problem: Gasoline molecules aren't magnetic, not at all. But wait, there's more. If the fuel line is steel, as many are, the lines of magnetic flux will follow the fuel-line walls instead of passing through the fuel.
Lo que traducido es algo así como:
De acuerdo a las personas que venden estos artefactos, a medida que la gasolina fluye a través del campo magnético este "separará los cúmulos de moléculas de combustible para que el gas se queme eficientemente" El problema: Las moléculas de gasolina no son magnéticas. Pero espera, hay más. Si la línea de combustible es de acero, como muchas lo son, el flujo de las líneas magnéticas seguirá las paredes de la línea de combustible en vez de pasar a través del combustible
En resumen, no hay razones para pensar que un par de imanes en el motor de tu vehículo te permitirá ahorrar combustible. Y esto, queridos amigos, pone al economizador magnético de combustible al mismo nivel de una pulsera magnética, otro trasto inútil para regalar el dinero.