Tiempo ha pasado desde que hablé de alguna terapia alternativa, donde la "alternativa" es ponerse en manos de ingenuos/estafadores con discursos new age. Hay mucho de eso en nuestro pequeño planeta azul, y es por una razón bastante sencilla: Pocas cosas son tan fáciles como crear terapias alternativas.
¿No me cree? Veámoslo con un ejemplo que acabo de encontrar: La Maderoterapia
Primero, se necesita un nombre que inspire... digamos, ideas terapéuticas. Tiene que ser cool, de preferencia, sonar muy técnico, o muy espiritual... Maderoterapia es el ejemplo de un nombre funcional, aunque bastante fome. Pero al menos queda claro de que va; maderas y terapias...
Segundo, la terapia. No importa que funcione más o menos, lo importante es que se haga algo. Y nuevamente, mientras más holístico mejor. Así, tenemos terapia con música, aromas, y sí, madera. En este caso particular se usan instrumentos de madera para dar masajes.
Tercero, la teoría. No puedes vender un tratamiento sin tener una explicación detrás. Cualquiera puede entenderlo. Pero cuando se trata de terapias alternativas, es probable que dicha explicación sea parcial o totalmente inventada. Y me repito con lo espiritual/holístico. Si en tu explicación incluyes energías de origen desconocido, nombres en sánscrito y cosas afines, vas por buen camino. A modo de ejemplo, aquí tienen parte de la descripción de la maderoterapia, según maderoterapia1.blogspot.com/
"...ACTÚA SOBRE LOS CHACRAS Y GENERA BIENESTAR TRANQUILIDAD EMOCIONAL Y LA PERFECTA SINERGIA ENTRE MENTE CUERPO Y ESPÍRITU..."
Y eso es todo. Ya tenemos una terapia nueva.
Ahora, aunque pueda parecerlo, no estoy especialmente en contra de la Maderoterapia. Bueno, el nombre es feo, pero al menos no promete curar el cáncer (creo). Su propuesta es más sencilla, una técnica de masaje con artefactos de madera que ayudan a relajar. Mi problema parte con afirmacione del tipo "facilita la conductibilidad bioenergética del terapeuta..." que en este caso en especial no son necesarias. ¿Para qué engañar a la gente? Una propuesta más honesta, como una técnica nueva de masajes hubiese bastado.
Y esa es la principal crítica con estas "disciplinas". Muchos fuegos artificiales y poco contenido. ¿Como vamos a tomárnoslas en serio, si sus propios practicantes no lo hacen?
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