viernes, 11 de octubre de 2013

El gallo predicador

No me gusta hablar despectivamente de los creyentes, pero esto...



Seamos justos. La culpa no es únicamente de la religión, también es de la ignorancia y la estupidez. Pero también hay que reconocer que la promoción de ideas absurdas, como la de burros parlantes (Números 22:28), ayuda.

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