Si alguien me hubiese preguntado hace algunos años, no muchos, a quien admiraba, no habría tenido respuesta. Nunca he sido alguien que tenga ídolos, ni tampoco los busco. Pero si hoy me hiciesen esa pregunta, tendría un par de nombres que compartir. Uno es el de Carl Sagan, maravilloso divulgador científico que seguro conocen. Ese nombre representa para mí a todos los divulgadores científicos, que con mayor o menor fama, tratan de compartir el conocimiento, y la maravilla, que la ciencia tiene para todos.
El otro nombre, es el que da título a este artículo. Una chica no tan común, quién ha llevado una lucha honesta por un ideal sencillo: Educación para todos. Y es que este mundo tan bello que compartimos aún arrastra un gran peso del pasado. Un pasado ignorante que no merecemos. Que ella y sus conciudadanos no merecen. Donde la violencia se mezcla con ideologías trasnochadas, y un hombre es capaz de disparar a una joven que piensa diferente.
Las cosas salieron mejor de lo esperado. Malala se recupera. Pero ¿Quién curará a su pueblo? Es fácil sentir desprecio por el perpetrador, pero no olvidemos que es también una víctima de la tradición restrictiva en la que creció. ¿Quién salvará al pueblo Pakistaní? No seremos nosotros, los que crecimos en una cultura distinta. Son personas como esta joven, Pakistaníes, los que deben liberarse de las ataduras de la mente.
Los que estamos de este lado, los apoyaremos y admiraremos. Aquel que busca la verdad sinceramente siempre recibirá mi admiración. Y quien sabe, tal vez algún día estaré a la altura de Malala Yousafzai, una joven del otro lado del mundo.
Brillante y admirable Malala... no en vano está nominada por TIMES como "Person of the year". Mira en esta página, se puede votar:
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¡Gracias por la información! Ya dejé mi voto
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