lunes, 17 de octubre de 2011

¡Activemos nuestro ADN!

Una nueva semana comienza, y con ella, nuevas oportunidades de sorprendernos de la naturaleza humana. ¡Oh, musas, llenen mis palabras de la sabiduría que requieren para esta noble empresa!

Pues hasta ahora, yo creía que nuestro estimado Sr. Braden había alcanzado un nuevo nivel con su filosofía del ADN sentimental (para más detalles, mirar aquí). Pero no, que esa misteriosa molécula da para mucho. En el siguiente video aprenderemos cosas de lo más curiosas, como que el ADN tiene filamentos "inactivos" (?) y que usando las técnicas adecuadas (que básicamente consisten en cánticos desafinaditos y movimientos de manos místicos) podemos activarlos. ¿El resultado? Nada menos que la divinidad.


Así que ahora mismo me pongo en campaña. Prometo que cuando sea un dios, haré cosas divertidas, como crear universos, poner huesos falsos para molestar a los paleontólogos y prohibir que coman frutos de árboles. Ya saben, cosas de dioses.

Visto en La Ciencia y sus Demonios

martes, 11 de octubre de 2011

Los grandes maestros tienen grandes mensajes

En cierto libro, me encontré con esta cita:

"No se guíen por revelaciones o tradiciones, no se guíen por el rumor o por las escrituras sagradas, no se guíen por habladurías o por la lógica pura, no se guíen por la inclinación hacia una idea o por la capacidad de apreciación de otra persona y no se basen en la idea "El es nuestro maestro", sino cuando ustedes mismos sepan que una cosa es buena, que no es censurable, que es alabada por el sabio y que cuando es practicada ésta conduce a la felicidad, entonces síganla"


Un buen ejemplo de lo que el pensamiento escéptico proclama, fruto de la sabiduría de uno de los grandes maestros espirituales de la historia, el Buda. Para recordar que la espiritualidad y el escepticismo pueden ir de la mano.

jueves, 6 de octubre de 2011

La aterradora disciplina de la Talasoterapia


Aterrador fue precisamente el primer calificativo que vino a mi mente luego de enterarme de esta "terapia alternativa". Principalmente porque me encontré con la irracionalidad humana de frente, a un nivel que no creía posible. Es relativamente sencillo creer que tal o cual planta puede curarte de todos tus males, porque todos sabemos que algunas plantas tienen propiedades medicinales. Puedo entender que una persona común sea engañada con algo así. Lo que no entiendo es como alguien podría considerar que EL AGUA DE MAR PUEDE REEMPLAZAR TODA NUESTRA DIETA.

Así es, bienvenidos al maravilloso mundo de la Talasoterapia.

Aunque espero con todo el corazón que este pseudoterapia sea una especie de broma bien organizada, prefiero arriesgarme a comentar brevemente por qué algo así no tiene ningún asidero científico (ni sentido común, vamos) Y que mejor que usar un video sobre el tema


¿Ya lo vió? ¿cree que el agua de mar puede ser una alternativa? Revisemos el tema por partes:


  • El agua de mar contiene los 118 elementos de la tabla periódica: Ajá, si claro. ¿Eso incluye el Ununoctio (Uuo) y el uranio? ¿Y por qué necesitaría todos los elementos de la tabla para ser saludable? Alguien no tiene idea de biología por aquí...
  • Contiene aminoácidos, grasas, acidos nucléicos, vitaminas... : Seguro que sí, en la forma de peces y otros organismos marinos. No creo que flotando en una especie de "gran sopa nutritiva"
  • El agua es biógena:  Me acabo de enterar que el agua de mar genera vida. Y los tontos peces perdiendo tiempo con la fecundación...
  • Todos podríamos ser nutridos gratuitamente con agua de mar: ¡Por supuesto! Nuestra civilización a estado haciendo las cosas mal. ¿Pescar para comer? ¡Tonterías! bebamos agua de mar. ¿Hambre en África? Pues usen agua de mar ¿Estas obeso? Agua de mar, hombre, que es gratis
  • El agua de mar es 100 % orgánica: Esta parte me gustó, porque es bien descarada. No creo que admita mucho análisis
  • No hay grandes diferencias biológicas o fisiológicas con los grandes mamíferos marinos: Bueno, si no consideramos que ellos pueden pasar mucho tiempo sin respirar, y que yo no duro ni un minuto bajo el agua... 
  • Todas las enfermedades son ácidas: ¿Ah? Otra vez, nuestra civilización esta equivocada, con sus vacunas y drogas cuando un buen antiácido sería la solución
  • El agua de mar alcaliniza el medio interno de un organismo: Creanme, no quieren que eso pase. Toda nuestra fisiología, o la mayor parte de ella, necesita de un pH de 7.4 para funcionar. Por eso existen decenas de mecanismos para evitar los cambios bruscos de pH.

Y así sigue. Cura el cancer, la ceguera y la hemorroides, trae la paz mundial, alinea nuestros chakras, etc, etc. Y claro, el mundo científico se niega a aceptar esta poderosa realidad porque las farmaceuticas nos tienen a todos comprados, viviendo en casas de lujo a costa del pobre pueblo, con hermosas rubias atendiéndonos, bla, bla, bla.

Ante tantos sólidos argumentos, solo me queda preguntarme ¿Por qué se mueren los náufragos? Por ignorancia, seguro.

domingo, 2 de octubre de 2011

La Ciencia nos hace humildes...


Conversando el otro día con mi querida madre, una ferviente católica, sobre la utilidad de la oración, fui catalogado como "arrogante". Arrogante porque, según ella, creo que tengo la razón en todo lo que digo y soy de mente cerrada. Y más que molestarme, me recordó tantos comentarios que he visto mientras navego por la red, leyendo sobre ciencia y religión, en los que los científicos, y la ciencia finalmente, son calificados de arrogantes. Me hizo pensar. ¿Es la ciencia una disciplina arrogante? Personalmente creo que no, y es más, tiene mucho de humildad. En este artículo pretendo argumentar este punto


El espacio infinito
La fotografía de arriba corresponde al astronauta Bruce McCandless, quien durante el año 1984 realizó esta no despreciable proeza gracias a su unidad de propulsión de nitrógeno, un artefacto similar a una mochila que usa chorros de gas a alta presión para ajustar la trayectoria y posición del astronauta. Es escalofriante ver a ese valiente en medio de la más absoluta inmensidad, con nuestro hermoso planeta a sus pies, brillando como una joya...

Mirando al solitario astronauta nos damos cuenta de que, en comparación con el planeta, un hombre es casi nada. ¿Y en comparación con el sistema solar? Menos que un grano de arena de una playa, que una hoja en un bosque. Ni siquiera nuestro planeta es el más grande dentro de su sistema, solo uno del montón. ¡Imaginen lo que somos para el Universo! ¡La humanidad completa, con sus guerras y sus logros es una breve anécdota en comparación con el Espacio infinito! ¡Ni el mayor problema de sus vidas puede compararse con esa vastedad inefable! Pero lo olvidamos fácilmente, cuando las luces artificiales oscurecen las estrellas. Es sencillo creer que vivimos en el centro del universo...

Imaginen lo que sienten los astrónomos, que se enfrentan con esta realidad todos los días. Sus mentes piensan en años luz, y los kilómetros les parecen un chiste. Miran las estrellas, sabiendo que esa luz equivale a un pasado distante ¿Y que otra cosa puedes hacer más que maravillarte y entender que formamos parte de algo impresionante y hermoso?

Piensen ahora en el microbiólogo, en el físico o el biólogo molecular. Su mirada busca en la dirección contraria, siempre hacia lo más pequeño, entrando en un mundo donde un centímetro es como un planeta. Por momentos cree que lo ha visto todo, y de pronto se encuentra con esto

Simplemente nieve...


Granos de polen
¡El mundo está lleno de estas maravillas! Cada rincón es de una exquisitez y complejidad que deja en ridículo nuestras obras más admiradas. ¿Como no sobrecogerse?

Dicen que la Ciencia es arrogante, pero no estoy de acuerdo. La ciencia cada día, a cada momento, se encuentra de frente con cosas que la dejan en ridículo. La naturaleza, el mundo, el Universo, nos recuerda que la humanidad, tú y yo, somos parte de algo inmenso. Por supuesto, la Ciencia, como toda institución humana, es proclive a la arrogancia. Pero ahí está la realidad para recordarnos quienes somos y a donde pertenecemos. No se trata de sentirse inferior, por el contrario, es un motivo de orgullo ¡Somos parte de esta magnificencia! Pero no tiene sentido ser arrogante y creer, por ejemplo, que todo lo que existe es para nuestra satisfacción. O decir que la Tierra es el centro del Universo. O que algún poderosísimo Creador se pasa toda la vida observando y criticando nuestros pequeños errores.¿Por qué no tener una posición sincera ante la vida, sin prejuicios? Observar y buscar respuestas, y siempre disfrutar lo que tenemos al frente.

La Ciencia no es arrogante. Al contrario, la Ciencia nos hace humildes, porque nos obliga a enfrentarnos a la realidad sin disfraces. Simple y pura honestidad.